102 Mentiras

Hoy te encontré otra vez regalando tus sonrisas, y cedí a la quimera de que al menos una era para mi. Te encontré detrás de las cortinas de la memoria, tras tantos ocasos lejanos que dan cuenta de que muy a pesar mío, todo sigue en movimiento.

Tantos días ya… tantos giros bajo esta bóveda celeste que no hace mas que arrancarle hojas al calendario, tantas letras olvidadas que ni siquiera tendrán el honor de volverse viejas y amarillas sobre papel alguno

La melancolía esta vez llega lentamente, como el aire fresco en una tarde de primavera, cosquilleando dulcemente como una traicionera caricia que mas tarde te muerde con ganas.

Observo despacio cada línea de tu rostro y luego con los ojos cerrados me paseo por cada detalle, allí esta otra vez el beso que espera la delicada línea de tu cuello, la sonrisa bella que te nace en los ojos. Rehago ahora tu mirada y su magia me alcanza, revelando que en algún lugar aun es posible amarse en silencio.

Una a una las luces se van durmiendo en esta galería ausente de tus pasos, mientras desde lo alto, tras una pequeña ventana observo la noche y su llamado, y entonces… solo entonces, comprendo cuan lejos se han quedado las librerías, tu sonrisa y el aroma a chocolate, todo tras un océano oscuro y brutal.

Todo sucede tan de repente bajo este cielo, tan de improviso como esperado fue el primero de tus besos.