Lenguaraz
Amigo… ¿quien puede decirlo?, No conozco la respuesta. Además usted solo se queda allí sin hacer nada más que mirar su vaso, francamente le conozco como una persona reservada pero su extremo mutismo me esta sacando de quicio. ¿Acaso no le gusta el buen vino tinto?, ¿prefiere beber otra cosa?, bueno, el que calla otorga así que mejor brindemos y pasemos a otra cosa.
Amigo, espero que cuando lleguemos al departamento no me haga otra vez la escenita diaria, ¿Cómo que cual?... esa de no querer sacarse los zapatos antes de entrar… ¡Que no parezco Japonés!, … ¡oiga usted!... le he repetido hasta el cansancio que es solo por que cuido mucho de no rayar el parquet, el piso es nuevo, apenas si tiene un par de meses y… ¿Exagerado?... ¡yo exagerado!..., y usted que se cree, acaso fue usted quien pago por la instalación del piso, abrase visto tal desfachatez, es solo un pequeño favor lo que le pido, podría tener un poco mas de consideración, dese cuenta de que usted me debe y mucho…
Bueno, bueno… no se me ponga así, no es para tanto, no es que quiera sacarle en cara todo lo que hago por usted, es sencillamente hacerle ver lo que me sacrifico por agradarle y atenderle como se merece, a fin de cuentas para que estamos los amigos ¿o no?, además usted es mi único y gran amigo, si…, si ya se, también lo soy yo para usted, es cierto soy su único amigo, con mayor razón entenderá lo que me amarga su actitud, extremadamente reservada, no habla con nadie mas, la gente va a pensar que es usted tonto… mírese, sentado allí sin mas que mirar el vaso todo el tiempo, ¿Que?..., ¿tonteras mías?, haaaa… ok, así es que ahora yo soy tonto. Fíjese en la señora de la mesa junto a la ventana, ¡Oiga pero no sea tan evidente!…, de un vistazo así como que no quiere la cosa, ¿ se fijo?, se dio cuenta de lo extraño que lo mira, desde que entramos nos quedo mirando extraño, y no solo ella, ya vera, gire un poquito a la derecha y observe al tipo de bufanda verde, ¿se fijo?, cada tanto el tipo le da una mirada y mueve la cabeza reprobando su actitud, ¡Que se vayan todos al diablo!, ¡¡oiga baje la voz!!, deje la botella en la mesa, seguro no es la intención del caballero reírse de usted, no lo tome así, ¡venga aquí!,…oiga, ¡Noooo!
Esta bien, esta bien nos vamos no hay necesidad de ser tan agresivo, no empuje, además mi amigo le pide disculpas, ¿Verdad amigo?... oiga no sea ordinario, ¡discúlpese!. Perdónelo don Raúl, hoy no ha estado del todo bien, ya sabe usted que cuando se queda sentado con la mirada perdida en el vaso, solo hace falta un poquito de provocación y ya esta, se vuelve un pelmazo, ya nos vamos, no queremos perturbar la tranquila atmósfera de su bar, hace años que venimos y usted sabe… de cuando en cuando hay días malos, ¿verdad?, no hace falta que llame a la policía, ¿Ambulancia?... nooo, tampoco parece necesario, envíelo a la posta yo pago todo no hay problema.
¡Loco de mierda! -repetía Raúl mientras ejercía presión contra la herida en la cabeza del cliente-, disculpe no me di cuenta, además debí haberle advertido, como aquí casi todos ya lo conocen desde hace años, no le dan pelota y no pasa nada, ya estamos acostumbrados a verlo hablando solo, viene todas las tardes y pide una botella y dos vasos y se pone a charlar y discutir solo, en estos tiempos no es tan raro encontrar un adulto con un amigo imaginario, ¿por que no?, pobre tipo... atrapado o tal vez ...liberado, a fin de cuentas quien puede decirlo con certeza, quien sabe si los pobres no somos nosotros, en fin.... Bueno, Bueno ya esta, no me debe usted nada, adiós y vuelva pronto
Tras el portazo del cliente que se marchaba con la cabeza rota, de inmediato una malvada sonrisita asomo en boca de Raúl -¡Loco de mierda! -se dijo Raúl- mientras levantaba los restos de vidrio en el piso, -¡Loco de mierda!-repitió-, que seria de ti si no fuera por que das tan suculentas propinas.
