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El Lado B (final)

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¿Qué pasa Javier?..., - tranquilo solo quiero hablarte, -contesta nerviosamente-

- Paúl todavía estas a tiempo, aun no es tarde, están por todas partes… perdona que te tratara así, pero tenía que cerciorarme, sus ojos brillan en las sombras, es por eso que te conduje hasta aquí, afuera no es posible darse cuenta cuando es de día

¿De que mierda hablas? -le dije aun sin entender-

- ¿Me recuerdas?, no me recuerdas …, bueno Paúl realmente por el momento eso no importa demasiado, luego iras recordando –dijo en un tono mas relajado-, ven sentémonos

¿Por qué me seguiste? -me preguntó-

Bueno… la verdad es que…

La verdad es que te diste cuenta de que en realidad no recuerdas nada de lo que haces por las noches ¿verdad?..., es como si jamás hubieras hecho nada durante las noches aparte de dormir ¿cierto?

Bueno… sí, así es… -respondí confundido-

Tampoco tienes hambre ¿verdad?... quiero decir, a pesar de que no comes casi nada durante el día no has perdido peso, ni te has deshidratado, es mas también sientes nauseas por las mañanas o cuando te enfrentas a algún alimento ¿es así?

Sí… es así, ¿pero como diablos sabes todo eso?, ¿como sabes mi nombre y donde encontrarme?

Y magdalena… ¿a ella le sucede lo mismo? – me preguntó, confundiendo aun mas- Magdalena no tiene nada… ¿verdad?

No supe que contestar, me quede ahí en silencio mirando a Javier, intentando encontrar en su rostro cualquier rasgo que me pareciera familiar, pero el intento era inútil, no había nada en aquel rostro que me fuera siquiera medianamente conocido pero pese a todo el temor y la desconfianza poco a poco iban dando paso a la confianza. Javier pareció adivinar lo que pasaba en mi cabeza en ese momento pues en seguida dijo- ¿en verdad no me recuerdas heee?, se mucho mas de ti sabes…, se por ejemplo que tienes una cicatriz en forma de “V” en la rodilla izquierda

Me quede aun mas perplejo, como era posible que tuviera ese detalle, con el tiempo la cicatriz se había tornado en un queloide oscuro, motivo por el cual jamás usaba pantaloncillos cortos fuera de casa, me daba mucha vergüenza, la cicatriz era horrible

¿Quién eres? -le dije del todo turbado-

Escucha Paúl, escúchame atentamente y sin preguntas, no se como pasó, pero pasó… hasta hace mas o menos un mes, mi vida al igual que la tuya transcurría dentro de la mas absoluta normalidad, hasta que Camila, mi mujer, comenzó a perder paulatinamente el apetito, día a día la cantidad de comida en su plato era menor, comenzaron las nauseas y según el medico no había razón aparente a este desorden alimenticio, los exámenes que le practicaron indicaban que estaba todo en orden y de hecho parecía haber mejorado en algunos aspectos tales como su miopía, de un momento a otro dejo de utilizar sus gafas, su vista era de pronto de 20 x 20, su resistencia física aumento notoriamente, era capaz de realizar una rutina completa de ejercicios casi sin transpirar, incluso su agudeza mental se veía incrementada, resolvía difíciles crucigramas en cosa de minutos, el medico concluyo que su estado físico era extraordinario, era como si mientras menos alimento ingiriera su cuerpo se hacía mas vital, este extraño hecho parecía estar determinado por un aumento en los niveles de Leucocitos granulosos y eosinófilos que estaban al doble por sobre lo normal, de esta forma según me explicó el medico- Camila incluso parecía estar mejor preparada para enfrentarse a bacterias e infecciones. Al medico aquello le pareció inmensamente interesante y solicito mas pruebas, pruebas que Camila jamás llego a realizarse. Todo parecía estar muy bien, salvo por que parecía del todo ilógico el hecho de casi no ingerir alimento y estar en optimas condiciones, ¿no te parece extraño Paúl?. – lo mire sin articular palabra, no pude mas que pensar en que me encontraba frente a otra maldita coincidencia- Trate entonces de recordar – siguió Javier-, de recordar cuando fue la última vez en que Camila y yo cenamos juntos, hace mucho tiempo que venía cenando solo, Camila solo se sentaba a mi lado y mordisqueaba pobremente algún trozo de pan, ¿sabes que? … no pude recordarlo, no fui capaz de recordar aquello, así como tampoco pude recordar claramente nada de lo que alguna vez hice de noche…, sabes por que?... por que así empieza, así comienza todo, salvo que despiertes a media noche y te encuentres solo en la cama…, como es normal te preguntas en donde esta tu mujer y conforme pasan los minutos te asustas y el barullo en la calle te despierta la maldita curiosidad y sin mas no te das cuenta cuando estas pisando el frío asfalto y luego no hay mas nada que correr y correr…, con los ojos llenos de lagrimas, asqueado y aterrorizado y rogándole a dios no haber encontrado a tu mujer, rogando que…

Aquello fue lo último que dijo antes de alejarse corriendo, aquellas palabras aun no cobraban sentido alguno en mi mente, pobre tipo -pensé-, y que imbécil yo al prestar oído a semejantes disparates, aunque aun me perturbaban las extrañas coincidencias… Esa misma noche antes del acostumbrado beso de buenas noches de Magdalena, decidí permanecer despierto lo que mas pudiese fue del todo inútil no hice mas que poner la cabeza en la almohada y ya me encontraba en el reino de Morfeo, así pasaron las siguientes dos noches. Durante el día no dejaba de pensar en las palabras de Javier. El comportamiento de Magdalena se fue haciendo cada vez mas y mas distante, parecía en verdad otra persona, fría y despreocupada, absolutamente inapetente y pese a todo llena de un extraño vigor. Cuando salí de la farmacia con el frasquito de Modafinil en el bolsillo me sentí algo entupido, hasta me pareció que las personas en la calle adivinaran mi absurdo propósito cuando a cada tanto alguno cruzaba sus ojos con los míos

Una pastilla era mas que suficientes pero me trague dos, cuando los números verdes del reloj daban la 01:32 supe que al fin me liberaba de las garras del sueño, el silencio en la habitación era tal que los oídos parecían abombados. Permanecí inmóvil en silencio largos minutos intentando rescatar algún sonido de la calle, algún perro, un automóvil a lo lejos, pasos, cualquier cosa, pero nada… absolutamente nada, de pronto Magdalena comenzó a incorporarse en la cama, me quede inmóvil, no se por que sentí miedo de que me advirtiera despierto, me quede muy quieto, con los ojos cerrados. Su mano en mi brazo fue un beso gélido y agudo que me hizo estremecer, sentí como despacio su cuerpo se acercaba al mío y adivine su rostro a centímetros de mi mejilla, mientras un débil y sordo sonido invadía mis oídos “Snf, Snf, Snf”- no cabía duda - ¡Magdalena estaba olfateándome!-, fue entonces cuando un sonido mas inquietante y lejano se hizo presente, el rumor de muchos pasos calle abajo y el grito agudo y desgarrado de otro ser humano. Magdalena dejo la cama deprisa y salio del cuarto, abrí los ojos y aun inmóvil sobre la cama simplemente espere, solo me atreví a moverme una vez que escuche cerrarse la puerta de calle, me levante y me arrime hasta la ventana, de entre las cortinas pude ver como una decena de personas corría calle abajo, Magdalena entre ellos, me puse la bata y rápidamente baje las escaleras, Aguarde tras la puerta unos minutos, suficientes para notar que ya nadie mas corría fuera de mi puerta, salí de casa y decidí seguir al grupo conforme avanzaba desde pude observar que desde las casas mas y mas personas se sumaban, hombres, mujeres e incluso niños parecían impelidos a sumarse por una razón que no siquiera podía aun adivinar, al cabo de un par de cuadras, la muchedumbre comenzó a correr y dar gritos furiosos, pensé en volver a casa pero la curiosidad y el deseo de encontrar a Magdalena fue mas fuerte no se bien cual de los dos era mayor, corrí tras ellos hasta que el grupo comenzó a dividirse en grupos mas pequeños tomando cada uno distintas direcciones, pude ver a Magdalena entre diez o mas que se dirigían a la estación del tren subterráneo, espere que bajaran y continué, los gritos del grupo parecían cada vez mas furibundos, mas profundos, amplificados tal vez por el eco del largo pasillo que conduce hasta el túnel, incluso mis pasos parecían apagados en medio de aquel barullo en el que de improviso surgió un largo y estridente alarido. Mi pecho se batía con fuerza y mis manos sudaban pero no lo dude avance hasta encontrarme al grupo convertidos en una maraña de piel y jirones de ropas, la sangre se esparcía en torno a ellos y sobre ellos de una forma bellamente perversa
Me quede petrificado, al observarlos mientras devoraban pedazos de lo que fue Javier, sus rugidos cual bestias del averno helaban la sangre, al igual que sus ojos, sus terribles ojos que fulguran cual brazas en la noche, entre ellos hombres mujeres y niños ya lo he dicho, sin importar edad o sexo todos por igual parte de una manada de devoradores, cuya voracidad pocas veces he visto en algún animal, y entre ellos mi mujer, ahí estaba Magdalena, peleándose un trozo de carne, llevándoselo a la boca y mordiendo con tal voracidad y excitación que me hizo devolver el estomago, retrocedí despacio mientras comían al parecer no atendían nada mas de lo que sucediera entorno el ellos.

Aquella noche fue apenas el comienzo, noche tras noche los he visto cazar y también morir, si también se mueren, olvide mencionar que algunas veces se devoran entre ellos. No es difícil imaginar que es lo que le paso a los mendigos ¿verdad?..., al cabo que nadie los nota. Es extraño que al estar lejos de Magdalena poco a poco comienzo a recordar. Recordar a Javier por ejemplo, mi hermano, curioso no?, extraño olvidar a un hermano, aunque no del todo al parecer nadie extraña a los que son devorados, parecen extirpados de la memoria de los que algún día les conocieron, ¿Qué quiénes olvidan?... ¿Quién crees tu…? , las ovejas no tiene memoria según parece , se entiende no?..., no se hasta cuando lograre eludirlos, tal vez habría sido mejor seguir durmiendo, pero siempre tuve la maldita costumbre de hacerme las preguntas equivocadas…¿Te has preguntado que sucede cada noche mientras duermes?, ¿realmente crees saberlo?.

¡Uf!, en fin... No ha sido fácil eludirlos este par de semanas, no ha sido sencillo resistir,… resistir el hambre… y el deseo voraz que me gobierna al escuchar otro grito en la noche… cada noche...cada vez mas y mas cerca.

Es una buena historia para hacer una película, como Soy leyenda protagonizada por Will Smith ¿la viste?
Me encanta este tipo de cuentos.

Eres el puto amo Mr. Liar.
Es increíble...

Gracias por la explicación de lo que significa "cuadras" a ambos, A tesa y a ti. Aquí significa ese lugar donde se guardan los caballos y eso, por eso me quedé a... cuadros.

Un beso a los dos.

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