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Mañana (final)

Oleo: Ernie Barnes

09 de Noviembre

He pasado toda la mañana revisando las anotaciones de los cuadernos que encontré sobre mi cama, el nombre Marcela esta por doquier, también aparecen Jaime, Raúl, Felipe, Luis, Aquellos nombres no significan nada, son solo palabras que como todas las que no se escriben mueren irremediablemente al salir de la boca, las anotaciones guardan una desordenada cronología, faltan días y hay saltos entre semanas, se hace difícil la lectura, cada día es un evento en si mismo independiente y sin ninguna conexión al día anterior, al comienzo de cada pagina se puede leer en letras rojas “Leer hoja anterior”, aparentemente un intento de dar continuidad a la sucesión de eventos, lo curioso es que la caligrafía de aquella frase es muy distinta a la que conforma el relato diario.

Los cinco primeros cuadernos que he leído no guardan datos relevantes sobre quien soy, se podría decir que son solo descripciones absurdas de objetos y utensilios tales como; platos, tazones, cucharillas, etc. También existe el intento de retener la experiencia de olores y sabores, por ejemplo la vainilla, se describe como de sabor calido algo amargo de aroma fuerte y sostenido. La manzana de un sabor dulce ligeramente acido, de aroma suave, aquellas descripciones no hacían mas que acentuar mi angustia, todo verdaderamente es tan relativo, se puede describir en detalle la forma, el sabor e incluso el aroma, pero ¿se pueden recordar acaso?, y si se pudiera ¿acaso una manzana no huele y sabe distinto a otra, inclusive de una misma variedad?

En una página del sexto cuaderno se lee;

12 de enero”

Soledad tiene el cabello rojo como un rubi , su risa es cantarina y fresca, esta mañana me trajo un cuadradito negro y aromático, lo llamó chocolate, su sabor es agradable y su textura es suave, el chocolate en mi boca me ha provocado una sensación placentera. Soledad ha dejado abierta la pequeña ventana, dice que las líneas grises que la cruzan en vertical se llaman barrotes, yo ya lo sabía pero ella insiste en indicarme el nombre y función de cada objeto de la habitación, yo sigo atento cada una de sus elocuciones, en realidad me gusta ver como se pasea por la habitación, me reconforta su expresión alegre. Me dice que soy uno de sus niños mimados y que si logro describir acertadamente al menos cinco objetos y su función mañana oiremos música”.

Soledad, su nombre y descripción en aquella pagina, parece tan vacía. Al cerrar los ojos intento construir una imagen, logro una, pero al instante viene otra, y luego otra, Soledad, su nombre y descripción, podrían ser cientos de rostros, tal vez miles, sin lograr siquiera rozar la verdad

¿Quién soy?, otra vez la pregunta, al igual que Soledad, mi nombre y descripción podrían ser cientos, tal vez miles de rostros posibles e inciertos, a fin de cuentas, ¿Qué se es, si no la suma de los recuerdos?. Sin pasado no se es, solo se existe por tanto ciertamente no soy, solo existo. Las lágrimas brotan de improviso y calladamente me sumo en el letargo calido del sueño sin sueños.


12 de Noviembre

Por la tarde al despertar encontré a una mujer rubia sentada frente a mi cama. Hace anotaciones en una libreta, me observa y me pregunta como me siento, le digo que me siento bien, pregunta si se cual es su nombre, le digo que no, me dice que su nombre es Marcela, guarda silencio y continua haciendo anotaciones en la libreta. Le pregunto donde estoy, Marcela contesta que estoy en casa, casa que no es hogar -digo a continuación-, Marcela sonríe y cierra su libreta

Hoy he descrito todos y cada uno de los objetos de mi cuarto incluida su función Marcela parece complacida

Afuera la lluvia se hace cada vez con más fuerza, Marcela dice que pronto la lluvia se llamara tormenta, le digo que no hay nada más agradable que sentir la lluvia correr libremente por el cuerpo, que la experiencia de caminar bajo la lluvia es una delicia, intento recordar y veo las nubes grises pasando raudamente sobre mi cabeza, veo las copas de los árboles doblegados bajo el imperio del viento. Rápidamente describo la escena a Marcela, temiendo perder aquella visión, pero lejos de ver cumplidos mis temores, aquel cuadro bajo la lluvia se va llenando de fuerza, ahora son las olas sobre las rocas las que arrojan su espuma hasta mis pies, hasta que… ¡todo vuelve a desaparecer!

Marcela esta de pie, parece perpleja, me pide que vuelva a relatarle aquella visión, mientras lo hago, ella anota todo en su libreta.


13 de Noviembre

Marcela se llevó todos mis cuadernos, los reemplazó en igual cantidad con otros en blanco, los separó en dos grupos de tres, un grupo de cuadernos azules y el otro de cuadernos rojos. Me pidió que en los azules antes de dormir escriba todos los sucesos del día y en los rojos debía en lo posible describir las imágenes que llegasen a presentarse en mi cabeza, repitiendo el ejercicio del día anterior, ¿sabes a que me refiero?-Preguntó- volví entonces a relatar la escena de la lluvia, los árboles y las olas.
¡Exacto! – Dijo Marcela con renovado entusiasmo – eso es, justamente tu primer recuerdo

“Recuerdo”, por vez primera aquella palabra albergaba esperanza, “recuerdo”, la retención de un evento real o imaginario, que importaba aquello, real o imaginario allí estaba, intacto. El primer ladrillo en el muro de la memoria, por vez primera contemplaba el pasado, un breve pasado que ofrecía novel la promesa de un mañana.

siento si te molestó el comentario del post anterior :( espero que no... Me refería a que es magnífica la adaptación que hacías de los hechos al post, al escrito en sí, muy detallado, muy concreto, muy conciso...Gracias por tu visita, espero no sea la última. Un saludo

En mi vida, en toda mi vida hubiera sido capaz de describir el sabor de la vainilla. Resulta hasta curioso leerlo, no sé.

MO.

Estimado... no hay molestia alguna, es solo que me despertó gran curiosidad, a caso no ha leido por allí que "vivir no es otra cosa que arder en preguntas"

Saludo

Querida Mo., curioso verdad?... curioso también el hecho de que la memoria, la base de las experiencias en su conjunto, estén basadas en solo 2 de los cinco sentidos (vista, oido), digo dos por que hasta hoy no he podido jamás recordar una textura, aroma o un sabor, pero al entrar en contacto con alguno de los estímulos directos sobre estos últimos sentidos ( la mayoría de las ocasiones), son gatillantes de evocaciones a veces muy lejanas

En fin… , ja, ja, parece que estoy divagando

Un beso

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